Pareciera que al hablar de discusión no podemos dejar de pensar en terminar con portazos o gritando “ya no quiero verte más”, “vete de aquí” o algo parecido. Pero se puede discutir de una buena manera, exponiendo los puntos de vista diferentes, con tolerancia y paciencia. Se puede, aunque suene imposible, te mostramos cómo puedes hacer para discutir saludablemente.
¿Es bueno discutir?
No importa la frecuencia con la que discutas. Hay personas que dicen “me enojo muy poco, pero cuando me enojo… uff” Eso significa un mal control de las emociones, porque acumular para explotar después no soluciona nada. Puede que discutas con tu pareja muy poco, o que lo hagan siempre, pero lo importante es el calibre de sus discusiones, lo que se dicen cuando se enojan y las repercusiones que tenga eso en su relación y en sus sentimientos.
A veces discutimos por asuntos sin importancia, y otras por cosas muy relevantes, por lo que sí sirve discutir para conocer puntos de vista diferentes sin miedo, pero siempre y cuando se conserve el amor, la paciencia y la tolerancia. Si discutes intentando tener la razón y sin escuchar al otro, ni pensar que puede estar diciendo algo cierto, tienes que autoanalizarte y trabajar la tolerancia.
¿Por qué discutir cuidadosamente?
Hablamos de discutir cuidadosamente, sanamente o correctamente, refiriéndonos a poder conversar con tu pareja sin terminar violentamente y enojados por un largo tiempo. Pero: ¿por qué tomarse la molestia y el gran trabajo de contar hasta diez? ¿Por qué tienes que luchar contigo misma para no explotar?
Sabemos que en todas las relaciones humanas, las palabras hieren y es por eso que se nos enseña que debemos aprender a controlar nuestras emociones, nuestras expresiones y nuestras palabras, ya que podemos dañar seriamente nuestra relación y a nuestra pareja. Pero lo sé, no es fácil, así que veamos ahora cómo podemos hacerlo:
¿Cómo discutir saludablemente?
- Concéntrate en el tema: no guardes molestias pasadas, ni traigas a la conversación situaciones anteriores, porque sólo harán avivar la tensión y no ayudarán a mejorar el conflicto.
- Cuidado con lo que dices: cuando te enojes, debes medir tus palabras, ya que a veces decimos cosas fuertes, que no queremos, y que después será más difícil remediar.
- Si te molesta algo, cuenta hasta diez: muchas cosas te pueden molestar de tu pareja, pero no por todas vas a decirle que no te gusta, o lo vas a restringir. A veces hay que ceder y morderse la lengua.
¿Cuándo se debe discutir?
Lamentablemente no todo es color de rosas y hay momentos en los que sí tienes que “mostrar los dientes” y marcar claramente los límites entre lo que permites y lo que no, aunque son situaciones contadas. Si algo no es grave es mejor que respires hondo y lo dejes pasar, pero si ocurre alguna de las situaciones siguientes, debes exponer tu punto de vista sin importar que a tu pareja le moleste:
- Si te trata abusivamente o con poco respeto.
- Dice algo negativo de ti frente a los demás y te avergüenza.
- Tiene algún comportamiento inadecuado con otras personas.
- Siempre llega tarde a casa.
- Te maltrata psicológicamente.
- Actúa de forma irresponsable.
Consideraciones en las discusiones
Tenemos que tener en cuenta que discutir no es agradable para nadie, por lo que debemos evitar lo más posible esos momentos tensos, pero hay veces en que no debemos huir de una discusión por miedo, sino que debemos enfrentarla, siempre con la intención de buscar una solución y no de empeorar el problema.
No es fácil, pero con fuerza de voluntad podrás ir controlando tus emociones y mejorando la forma en que te relacionas con tu pareja así como con todas las personas.